Una alimentación adecuada consiste en proporcionar al organismo los nutrientes que necesita para vivir en estado de salud.
Los nutrientes son sustancia químicas contenidas en los alimentos a partir de las cuales el organismo va a formar estructuras celulares y tisulares, elementos energéticos y metabólicos que necesita para su buen funcionamiento. La alimentación no sólo influye sobre la salud, sino que tiene un papel activo en la prevención de muchas enfermedades y en el tratamiento de otras.
La complejidad del organismo humano hace que en muchas situaciones fisiológicas (embarazo, ejercicio físico intenso,…) se tengan requerimientos nutricionales específicos para un adecuado funcionamiento y desarrollo funcional; así como en situaciones no fisiológicas aunque muy frecuentes (enfermedades, desequilibrios nutricionales y metabólicos).
Actualmente, existe una conciencia generalizada de la necesidad de tener una alimentación sana y equilibrada para vivir bien y estar en buena forma. Sin embargo nuestra forma de vivir ha evolucionado mucho en las últimas décadas y con ello nuestra alimentación. La forma y tipo de trabajo cada vez con menos gasto energético y más sedentario, las comidas rápidas y factores como el estrés, las numerosas dietas adelgazantes que se ponen de moda y la contaminación pueden alterar nuestro equilibrio nutricional y hace que comer de manera equilibrada llegue a ser un objetivo difícil de alcanzar en muchos casos. De estas circunstancias y necesidades nace el uso de los complementos o suplementos alimenticios.
La legislación se refiere a los complementos alimenticios como fuentes concentradas de nutrientes (vitaminas y minerales) o a otras sustancias que tengan efectos nutricionales o fisiológicos, solas o en combinación, que se comercializan en forma dosificada (por ejemplo, cápsulas, tabletas, bolsitas de polvos, etc.), y cuyo fin sea complementar una dieta normal. Se excluyen por tanto las especialidades farmacéuticas tal y como son definidas por la normativa oficial.
En situaciones de deficiencias nutricionales los complementos específicos pueden ayudar a mejorar la salud, aportando aquellos nutrientes y micro-nutrientes de los que se carece en dicha situación.
Por todos son conocidos los suplementos de vitaminas, minerales, proteínas, aminoácidos, ácidos grasos poliinsaturados, fibra, antioxidantes, etc., y los beneficios que proporcionan para proteger al cuerpo de las deficiencias, y como método para prevenir ciertas enfermedades, y recuperarse de otras.
Un complemento puede trabajar por tanto en varios frentes:
• La prevención de deficiencias y enfermedades.
• La corrección de la deficiencia de algún nutriente.
• La provisión de niveles óptimos de algún nutriente o sustancia necesaria para el buen funcionamiento de células, tejidos órganos y sistemas de organismo.
NOTA IMPORTANTE: